Éramos unos niños, demasiado pequeños para interesarnos en cosas diferentes a los juguetes, pero justo en esa época lo conocí yo. Recuerdo que yo estaba peinando el cabello de mi muñeca cuando él se me acercó y me soltó de repente:"Me llamo Miguel... Y sé que te voy a querer durante bastantes años, así que ahorrémonos el preámbulo". Y así conocí a Miguel. Mi Miguel.